Sobre todo, el secreto de un gran fuego es crear una pequeña cámara de combustión que el fuego pueda mantener y crecer rápidamente hasta alcanzar una temperatura elevada.
Para ello, utiliza encendedores de parafina blanca, ya que son los más comunes, aunque también funcionan otros encendedores naturales.

• Primero define el lugar donde encenderás el fuego y asegúrate de que está completamente limpio.
• A continuación, coloca dos encendedores en el centro.
• A continuación, construye una pequeña torre alrededor de los encendedores con pequeños trozos de madera, de esta forma crearás una cámara de combustión. Deja pequeños espacios para que pase el aire.
• A continuación, enciende los encendedores.
• Rellena poco a poco los espacios libres con más trozos de madera.
• Cuando el fuego empiece a arraigar, empieza a añadir carbón rápidamente, de modo que cubra la madera y los encendedores.
• Por último, asegúrate de que el fuego tenga una buena circulación de aire.